El futuro es impredecible, todo se basa en probabilidades (Richard P. Feynman)

martes, 16 de octubre de 2012

¿Porqué envejecemos?

Innumerables filósofos, escritores, científicos han desarrollado un interés obsesivo en entender cual era la causa de que sus propios cuerpos estuvieran abocados, después de un periodo de bienestar físico, la juventud, a una progresiva e inevitable degradación física y mental que conducía a un fin imposible de esquivar, la muerte. 

Lo que yo ahora voy a explicar, es una pincelada de una teoría evolutiva propuesta por Richard Dawkins en su gran libro: "The Selfish Gene", en español, "El gen egoísta . Esta teoría no es realmente muy diferente de la propuesta por Darwin, pero si consiste en un punto de viste diferente que permite ver y entender aspectos que de otro modo quedarían ocultos.

 Voy a argumentar resumidamente como R. Dawkins compara su teoría con la de Darwin por medio de una metáfora: Vean el siguiente cubo, obsérvenlo, nada más verlo le darán un tridimensionalidad en su cerebro, ahora si mantienen su atención y se esfuerzan conseguirán ver el cubo desde otra perspectiva. No es fácil al inicio. Ambos son el mismo dibujo, pero el punto de vista hace que sean diferentes.

La novedad de la idea de R. Dawkins es que la evolución no selecciona a los individuos, a las especies, si no que decanta los genes, y hemos de comprender que los genes de un individuo no son el individuo, hablamos de cosas diferentes. Y cada gen (en realidad estaría mejor dicho cada acervo genético) es independiente evolutivamente del resto, sean o no de su misma especie. Cada acervo genético "lucha" por imponerse al resto. Los seres vivos son entendidos por esta teoría como simples medios creados por los genes para defenderse y persistir, son, como R. Dawkin define, "maquinas de supervivencia".

Ahora retornaré al tema principal, pero quería mencionar esto porque la explicación que voy a dar es la propuesta por esta teoría.  No explicaré el cómo envejecemos, ya que es un tema mucho más complejo, pero si el porque:

Imaginemos que somos un animal, cada un elija en que más quiera. Ahora voy a plantear múltiples opciones y veremos cual es la que mejor funciona:
En primer lugar imaginemos que nuestro animal es inmortal, no envejece ni muere. Sus genes como siempre lo que intentan inconscientemente es persistir (alguno podría preguntarse la causa de este hecho, si así es, que lo comente y en otra entrada lo explico). La inmortalidad parece ser una buena vía para persistir, pero...y si...imaginemos por ejemplo que le cae un piedra y lo mata, habríamos puesto fin a la existencia de nuestros genes.  No han conseguido persistir. Está vía parece no funcionar.

En este nuevo caso introduciré un nuevo plan, no solo seremos inmortales, si no que además tendremos la capacidad de hacer copias de nuestros genes, es decir, tendremos hijos. En un inicio todo parece correcto, pero pensemos a largo plazo, la población iría en continuo aumento y la reservas de nuestro planeta no son ilimitadas, alguien lógicamente tiene que morir, y si en un inicio nos suponemos todos iguales, y los genes solo intentan persistir, qué copias deben seguir adelante, lógicamente los que probabilísticamente se encuentren en mejor estado serán los más jóvenes (no envejecer no implica no poder lesionarse, herirse...etc) . Y serán los propios genes los que evolucionen para aportar la información a sus maquinas de supervivencia de que sus copias mas antiguas deben morir en favor de las más nuevas. Pero, ¿ cómo ocurre exactamente este proceso? Nuevamente volveremos a argumentar  y suponer.

Imaginemos que tenemos 2 copias de nuestro individuo inmortal. Dos seres vivos idénticos. Si, son idénticos en un inicio, pero los genes por desgracia y por fortuna están sometidos a cambios, estos cambios son las mutaciones. Buenas o malas. Pues bien, imaginemos que cada individuo sufre una mutación en un gen, una mutación mortal. Si se expresa el gen el individuo muere. Ahora debemos conocer, porque así se ha demostrado, que los genes no se expresan todos desde el inicio de nuestra vida. Tienen momentos de expresión y momentos de no expresión. A uno de nuestro sujetos, llamemosle A, su gen mortal se expresa a los 10 años. Nuestro individuo B tiene un gen mortal que se expresa a los 40 años de edad. Ahora observemos que ocurre a lo largo de sus vidas: El sujeto A crecerá hasta los 10 años y morirá. Sus genes no persistirán, ese gen mortal no persistirá. Ahora observemos a nuestro sujeto B. Imaginemos que la edad reproductiva en esta especie es entorno a los 20-30 años. Nuestro sujeto tendrá hijos, copias de sus genes, incluido nuestro gen mortal, que aún no se ha expresado. Pero ya no será inmortal, el morirá a los 40 años y sus hijos también,  todo su linaje. De esta forma entendemos que la evolución no decanta los genes mortales ,o simplemente no beneficiosos, tan eficazmente si se expresan después de la edad reproductiva. Y si nos damos cuenta, nosotros envejecemos a partir de la edad en la que es de esperar que tengamos hijos. Si no morimos nada mas pasada esta etapa es porque tenemos un papel importante en cuidar de nuestros hijos, y la evolución tenderá a mantenernos el tiempo suficiente como para cuidar de una generación o incluso dos. Pero a partir de ese momento, hay suficientes familiares que pueden cuidar de las copias inmaduras y la decantación de genes no beneficiosos será cada vez menos efectiva.

Aquí termina mi explicación de hoy, ahora os dejo a vosotros que penséis que podéis extraer de ella: ¿Porqué cuanto más aumenta nuestra esperanza de vida, surgen más enfermedades que antes se desconocían?  ¿ Si retrasaríamos la edad a la que tuviéramos hijos viviríamos más?... Os animo a que seáis mentes inquietas y os hagáis estas y muchas más preguntas.



3 comentarios:

  1. Pese a que nos pasemos la vida intentando llegar a metas intelectuales elevadas o superar nuestros propios límites como especie la realidad es que a ojos de la naturaleza, vida y evolución no suponemos más que cualquier otro animal. No nacemos para ser ingenieros, abogados, médicos... nacemos para ser el transporte temporal y perecedero de nuestros genes y transmitirlos a otra generación para que puedan avanzar. Somos sus huéspedes por así decirlo. Nacemos para dar lugar la siguiente generación y ellos han nacido para ser la cuna de la siguiente. Sin embargo aunque esto lo veo desde un punto de vista racional tampoco creo que nuestra vida tenga solamente ese objetivo, a vistas de la evolución y de la ciencia sí pero ¿somos algo más que un instrumento?.
    En cuanto a envejecer creo que estamos destinados, o más bien, programados para morir. En algún momento nuestros mecanismos fallan pero porque estamos pensados así nuestros genes nos destruyen. Nos hemos ido rodeando, a medida que mejoraban nuestros conocientos de nuestro medio ideal de supervivecia, de las mejores condiciones para aumentar nuestra esperanza de vida. No creo que hayamos llegado a vivir todo lo que puede dar de sí nuestra especie pero sí creo que hay un límite. Un momento en el que ni las mejores condiciones permiten nuestra supervivencia porque nosotros mismos estamos programados a morir por mecanismos que ahora no entendemos. Tal vez algún día llegemos a entenderlos pero no podamos modificarlos, y si podemos modificarlos tal vez, no debamos.

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  2. Muy buena expresión Eva. Estoy totalmente de acuerdo en todo. Sobre si somo un mero intrumentos de los genes... Si, somo lo que ellos crean, y nos crearon como instrumento. Pero pienso que hay un punto en el que todo comienza a dar un giro. Ese cambio a mi parecer es la aparación en algunos seres pluricelulares de un órgano que si en un inicio surgió como medio para conseguir movimientos realmente complejos y precisos, acabo tranformandose en algo más, en un órgano capaz de desarrollar actividades que no estaban programadas directamente por los genes. Un punto en el que la conducta no es mecánica, instintiva, refleja, si no que comienza dar una infinidad de posibles resultados. El ser vivo es capaz de imaginar. Y es capaz de saber de su propia existencia. Ya no sigue fielmente el dictado de sus genes, ahora tiene la posibilidad de decidir. En parte. Esto cambia todo.
    ¿Somos un instrumento? Quizá lo fuismos. En parte lo seguimos siendo.
    A modo de ejemplo que demuestra nuestra independencia parcial del dictado de nuestro genes: Podemos decidir tener hijos o no. Nunca sucederá esto en seres que sean dependientes del dictado de sus genes, pues no tener copias implica poner fin a la existencia de esos genes y eso es algo que jamás será dictado por un gen pues implicaría su fin.

    Muchas gracias.

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  3. ME HA GUSTADO MUCHO. TU EXPRESIÓN HA SIDO CORRECTA Y ORDENADA. A DIFERENCIA DE TU COMPAÑERO JESUS. CREO QUE DEBERIAS EMPRENDER UN CAMINO EN SOLITARIO Y CREAR TU PROPIO BLOG. HAY QUE ELIMINAR ESAS GARRAPATAS QUE SE APROVECHAN DE NUESTRO TRABAJO.

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